viernes, 14 de agosto de 2015

Un grano de arena

“Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora”

William Blake




Para seguir con la reflexión de ayer no encontré nada mejor que esta poesía del inglés William Blake. Ayer el Papa nos decía que "el Universo se desarrolla en Dios, y que Dios lo llena todo".
Decíamos que los místicos de todos los tiempos afirman lo mismo: solo hay Dios. Dios que se manifiesta y expresa en todo. Blake lo confirma con su maravillosa poesía: el mundo en un grano de arena. El zen afirma paralelamente que el Universo está contendido en un grano de arroz. 
No es una visión simplemente poética o, peor, ingenua. Nada de eso. Es La Visión. Es lo Único Real.
Educarnos a través del silencio y la contemplación a esta visión transforma nuestra vida cotidiana.
¿Qué significa que Dios lo llena todo, se manifiesta en todo, se expresa en todo? El lenguaje es, en este caso, un instrumento sumamente inadecuado.
Intentamos de igual manera expresar algo.

Dios es el que saborea en mí el café por la mañana, es el sabor a café y su aroma. 
Dios es este sentimiento de alegría que me inunda: lo siente en mi y como yo lo siento y es el sentimiento mismo.
Dios es esta hoja otoñal que se desprende del árbol; es la hoja y sus colores, es el viento que la deposita en el suelo.  Es el desprendimiento mismo. Es el árbol que pierde la hoja. Siente con el árbol y siente con la hoja. Es el viento y siente con y como el viento. Es cada color de la hoja y todos los colores. Siente lo que la hoja siente y siente lo que la tierra siente al recibirla y es la tierra y el recibimiento.
Dios siente tu preocupación: la siente contigo y es tu preocupación. La vive Él en ti: la vivís tú y a la vez la vive Él. 
Dios es tu deseo de paz y esta paz que deseas y el deseo mismo. 
Es el hermoso amanecer que estás viendo y es él que lo ve y la vista misma. 

Dios es todo eso pero no se reduce ni se encierra en eso. Es el Ambiente donde esto se da y se vive. Y es mucho más que ese Ambiente.

El místico cristiano Maestro Eckhart lo expresa diciendo: "El ojo con el cual veo a Dios es el mismo ojo con el cual Él me ve" y un místico sufí dice: "Si te acercas a mí sin cesar, haciéndolo con toda tu capacidad de entrega, hasta unificarte con Mi Amor, entonces seré el oído con el que escuchas, el ojo con el que ves, la mano con la que agarras, el pie con el que andas."




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