jueves, 3 de septiembre de 2015

Escuela del Silencio/2


Ayer dimos unas pistas sobre lo que no-es el silencio, mejor dicho, sobre lo que no lo define. El Silencio dijimos no se puede definir: en el momento que lo intentamos ya lo traicionamos. Lo mismo ocurre con lo que etiquetamos como "Dios": al intentar decir el Misterio lo traicionamos. Esto los místicos lo sabían y lo saben y por eso para ellos el lenguaje mejor para hablar de Dios es el silencio.
Igual podemos y debemos decir algo, siendo consciente de todo eso.
Una pista interesante nos viene del jesuita Javier Melloni cuando dice: "El silencio no es ausencia de ruido, es ausencia de ego". Su referencia va directa al ser humano, ya que en la naturaleza no existe el ego y por eso el Silencio puede expresarse libremente y creando continuamente.
Sobre el "ego" podríamos hablar mucho; por ahora alcanza decir que tiene que ver con nuestra mente y sobretodo con nuestra falsa identidad o "falso yo". Cuando quedamos atrapados en el "yo" entramos en un vórtice de palabras y movimiento que se oponen y oculta lo que en realidad somos: Silencio divino.
Sólo el Silencio nos revela entonces nuestra verdadera identidad. Por eso es tan esencial entrar en esta experiencia. 

Por hoy nos dejamos con una hermosa frase del Maestro Eckhart que los invito a meditar durante todo este día:
"Nada en la creación iguala a Dios como el silencio".



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